Mi entrada en el mundo del agua micelar llegó hace unos 2 años cuando hubo la euforia por la de Bioderma. Siempre quise un limpiador que no me diese pereza, y sobre todo, que no me resecase el rostro. Sabía que para esto, también debía ser prudente y no usar bases de maquillaje waterproof o de muy larga duración, pues el desmaquillante para quitarlas tendría que ser agresivo. Ante todo hay que ser realistas.