La historia de Coreen Cordova como diseñadora de joyas empieza después de 35 años en la industria de la cosmética y la moda y para ella la joyería es una extensión de la cara femenina.
Con esa consigna Cordova procura crear collares que dejen una primera impresión inolvidable, en la mente de quien los vea en el cuello femenino. Su colección 2011 de collares son una vidriera de cadenas con pendientes de plata fina.
Los elementos en los que se inspira tienen que ver con las culturas china, rusa, india, japonesa, mexicana y africana, con énfasis en las representaciones naturales. Pero lo más novedoso de su joyería es su versatilidad, pues Cordova piensa que prefiere que sus clientes «formen» su propia prenda, así por ejemplo, un collar se convierte en un brazalete con un par de modificaciones en la cadena y el cierre.
Con ese concepto no es de extrañar la popularidad que tienen sus artículos, que aunque no son nada baratos, si le garantiza algún tipo de satisfacción a las consumidoras.
Fuente/CoreenCordova