Muy buenos días de lunes! Espero que empecéis la semana con muchísima energía! Yo la empiezo impaciente porque, después de meses sin darme un capricho, el sábado hice pedido a maquillalia y ahora estoy ansiosa esperando a que llegue, me dio envidia sana mi compi Emediterraneo, ¿queréis ver lo que se pidió ella? No te lo pierdas y clicka aquí.
Este año en el norte no hemos tenido muy buen verano, y por gracia o por desgracia, las lluvias constantes han venido pronto, y esta última semana ha sido un no parar. Si a la lluvia le sumamos viento y humedad, sólo nos queda preguntarnos «y qué hago yo con estos pelos?» Ahí van peinados para el día de lluvia!
En la entrada de hoy encontraréis propuestas para este invierno lluvioso, que hará que sigamos estando preciosísimas sin necesidad de pasarnos tiempo domesticando nuestro pelo ni con miedo a salir a la calle por si viene un ramalazo de viento y todo se va a tomar… Fanta 🙂
Este moño ya os lo adelantábamos ayer en nuestro facebook, pero sin duda, es una propuesta que no falla, y no lleva más de 5 minutos.
En dos sencillos pasos también podemos hacernos un recogido bien vistoso. Tan sólo necesitaremos horquillas, y si no tenemos el pelo recién lavado, mejor.
Muy parecido al anterior tenemos este a partir de una coleta que tendremos que enroscar repetidamente hasta conseguir tener todo el pelo recogido. Luego fijamos con horquillas, y fin!
Crecí viendo a mi madre hacerse este recogido para ir a la oficina. Siempre la admiré porque sabía peinarse ella sola, ¡y lo hacía bien! Y porque de pequeña siempre me hacía las trenzas de raíz, aunque lloraba muchísimo, y siempre estaba con cara de enfadada cuando me las hacía, pero luego me gustaban tanto que nunca quería quitármelas 🙂 Y llegó un momento que me enseñó sus truquitos y vi que cosas como estas, no eran tan difíciles si tenías un poco de maña y eras capaz de imaginarte tus manos aún sin verlas. Aquí tenéis el paso a paso, la clave está en saber meter las horquillas ara que permanezca esa forma redondeada y no se deshaga.
En este podemos variar el número de trenzas según nuestra cantidad de pelo, o lo grande o pequeño que queramos que quede el moño, así como la altura.
Y por último, mi peinado de hoy! Siempre me levanto con tiempo, pero me gusta desayunar tan tranquila que al final siempre acabo con prisas, por lo que es bastante común verme salir corriendo de casa con el pelo mojado. Pese a no tener un pelo cabroncete, al no peinarlo como se merece, me empieza a molestar, por lo que siempre acabo cogiendo un lápiz y haciéndome un moño. Luego acabo buscando lápices y bolis, y al final tengo mi casa llena de todos los lápices que me llevo en el pelo del trabajo 🙂 Opté por tener dos lapiceros para no encontrarme escribiendo con los dedos. Y es que es tan cómodo coger lápiz, enroscar, y ¡ala! Además, a o largo del día me lo quito y me lo hago muchas veces, soy una «manos inquietas». Paso a paso en directo:
Y si no… Siempre nos quedará tomar nota de una grande!